lunes, 25 de enero de 2010

El momento 16

Nunca había sentido tanta confusión como en el momento que cerré los ojos y pude ver con claridad que la mentira le da una cierta emoción a mi mundo aun no es claro para mi darme cuenta si la "verdad" tiene algún sentido ya que la "mentira" envuelve e hipnotiza y la "verdad" duele, es dura, cruel e inapelable.
Hay algo tan oculto en mi como una estrella en el infinito algo que no me deja ser cruel duro y firme tal vez sea la "mentira" tal vez sea la "verdad", cuando lo descubra tendré una "verdad" pero no sabré su sentido solo sabré que el sentido fue el de tener una mentira al darme cuenta que tener una "verdad" es igual que no saber el sentido de la misma, quisiera ser más claro pero no puedo ver con los dedos de la vida, ni con el corazón de la mirada, mucho menos con el respiro de la tranquilidad abrazando el universo de mi mente, levantando mil razones para concebir una igualdad ante los ojos de un ciego que no ve mas allá que la "verdad".

jueves, 21 de enero de 2010

Estados sin estar.

No necesito clemencia para encontrar la paciencia a mi loca cuerda vida, mente alucinando en un sentido sin sentido, perdido encontrando la salida a la entrada de tu caos pacifico, malviviendo el buen vivir de la soledad acompañada, la sombra de una luz tardía apresurada, el coraje cariñoso de un ser ignorado.

El momento 15

Es algo tan frió y temperamental, como el silencio de una loca pesadilla que solo puedes oír gritar dentro de ti, es la curiosidad que estremece tus sentidos agudizandolos día y noche bajo el manto de la sabiduría de la inexperta voluntad de los impulsos de un tercero, que no sabes si es el primero o el segundo después del ultimo, un ademán que denota la felicidad faltante en tu sonrisa hipócrita y carente de verdad, una farsa mal planeada con un comienzo terminado antes de ser iniciado, marcado por el error de la ambición, el ego concentrado en el placer de las caricias sobrantes y valientes arriesgando el desprecio y ganando la nada, humillado por el sabor de la amargura, revolcado por la tierra de tus ofensas es así como se aprende a lamentar y se enseña a no amar hasta el ultimo y preciso momento cuando todo es todo, cuando nada es todo y cuando todo deja de ser para ser nada, nunca se rinde la voluntad de replicar un sonido de angustia y temor hacia el destino sembrado con palabras de consuelo que alivian solo como una aspirina a la locura.